domingo, 11 de noviembre de 2012

Los ojos me pican

Me pican los ojos. Los tengo rojos. Me duele la espalda, y miro con desgana la pantalla del ordenador. No estoy cómoda en el lugar dónde estoy ahora. No en la vida, sino físicamente. Oigo quejas y reproches. Y no sé porqué. Me limito a ignorar. No me gusta hacer ver que las cosas no suceden, porque si ocurren, es por algo. 

En estos momentos estoy enfadada, y cuando me enfado, el pensamiento se me nubla. Normalmente siempre digo lo siguiente: "Si algún día me ves enfadada, lo sabrás". Literalmente, exploto. Se me ve "harta". Deduzco que es, porque no me gusta enfadarme, me repugna. Esa sensación de reproche hacia alguien que te "cansa" y que te ha hecho "daño". Es como si encendieran el "ON" del cabreo que llevo dentro, escondido.

No me gusta enfadarme. Normalmente la gente no me ve cabreada. Pero cuando me cabreo, la gente lo ve y no le gusta. Lo siento señores, la mala leche existe en mi. Y sí, pido un poco de respeto hacia mi persona. Me dejan tranquila un ratito, me piden disculpas si es necesario, y volveré a ser la afable Laura que sólo busca sonrisas.

¿Qué necesidad hay de hacer enfadar a la gente? No lo entiendo. Puede que sea un poco lela, pero os lo prometo que no lo entiendo. Si tú intentas portarte bien con los demás, ser buena persona, porque sieeempre hay alguien que te hace enfadar. En serio, a ese individuo, lo marginaría en la distancia cuando tuviera un mal día. No es mi culpa. ¡Despierta! Si tienes un mal día, soluciónalo, pero no me lances todo tu cabreo (o mierda) sobre mi. Gracias. 

Y a ver. ¿Ahora qué? Seria y con los ojos rojos hasta que vaya a dormir. Llamaría a cierta persona para que me sacara una sonrisa. Pero está ocupado, y no quiero molestarle. Pero desearía muchísimo tenerlo a mi lado en estos momentos...  

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